Loading

miércoles, 2 de mayo de 2012

Tratar al Otro del niño y el adolescente - José R. Ubieto


Lecturas Críticas 9 - Hacia el Forum de Sevilla

Cuando nos queda un mes para el FORO III, recibimos la buena noticia de la publicación del libro " La Construcción del Caso en el Trabajo en Red. Teoría y Práctica" de nuestro querido colega José Ramón Ubieto,  ha tenido la amabilidad de hacernos una reseña para las Lecturas Críticas 9.
Centrado en la práctica asistencial nos adentra en el trabajo con los adolescentes partiendo de la exposición de diez casos.

Otra buena noticia, la película " Los niños salvajes" de la cineasta Patricia Ferreira, que aborda la temática de los adolescentes, su incomunicación con padres , educadores y sus consecuencias, ha sido galardonada con la Biznaga de Oro, Mejor película, Mejor Guión, Mejor Actor Reparto, Mejor Actriz Reparto, en el XV Festival de Cine de Málaga.
Desde la BOL de Sevilla les animamos a que se adentren en el mundo de los adolescentes como otro camino hacia el FORO III y les dejamos con el poeta Sevillano  Luis Cernuda:
Adolescente Fui

Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.

Perder placer es triste

como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquel fui, aquel fui, aquel he sido…
era la ignorancia mi sombra.

Ni gozo ni pena; fui niño

prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.

Cuando la muerte quiera

una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia,
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire. 

Libro: “La construcción del caso en el trabajo en red. Teoría y práctica

José R. Ubieto. Editorial UOC. Barcelona, 2012

Autor:  José Ramón Ubieto
Psicólogo clínico y Psicoanalista. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Profesor de la Universidad Oberta de Catalunya y Consultor de del Instituto de Neurociencias y Salud Mental de Barcelona. Trabaja como psicólogo en los SSB (Ayuntamiento de Barcelona). Ha sido coordinador del programa Interxarxes (2000-2011) impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona en colaboración con la Generalitat de Catalunya y la Diputación de Barcelona.
Colaborador habitual del diario “La Vanguardia”, ha publicado en diversas revistas nacionales e internacionales. Autor del libro “El trabajo en red. Usos posibles en Educación, Salud mental y Servicios Sociales” (Gedisa, 2009), ha coordinado los libros “Los Psicólogos en los Servicios Sociales de Atención Primaria” y “Adolescències i Vincle(s)”. Es coautor de otros títulos como: “Adopción y Acogimiento familiar: perspectivas” (2004, UB) “Teoría psicoanalítica: reflexiones para la intervención clínica” (2006, UOC), “El Libro blanco del Psicoanálisis” (2007, RBA), “Intervenciones clínicas en las familias” (2009, Emaús), “Suicidio, medicamentos y orden público” (2010, Gredos) y “Violencia en las escuelas” (2011, Grama).

Sinopsis
Los casos no existen per se, existen los expedientes que recogen las informaciones sobre el sujeto y su familia, la cronología de las actuaciones, pero eso no basta para captar la lógica del caso. Necesitamos construir el caso a partir de un saber que ponga el foco en esa lógica, partiendo de la formulación de hipótesis interpretativas de los fenómenos observados y de las posiciones subjetivas, las de los diversos miembros de la familia y las nuestras mismas, como profesionales que interactuamos con ellos. Para encontrar ese hilo conductor hay que aceptar que cada caso es único, singular, a pesar de todos los rasgos comunes que pueda tener con otros.

El método de la construcción del caso, que hemos puesto a prueba en el Programa Interxarxes (2000-2012) propone una serie de casos como forma evaluativa del trabajo en red, proceso más acorde con la naturaleza de nuestra tarea ya que parte del propio sujeto como el primero que construye su caso como una defensa frente a ese real que le desborda (violencia, ruptura, fracaso, exclusión). Esa construcción original, que tomamos como su invención, es nuestro punto de partida, no para asumirla acríticamente, sino para confrontar a ese sujeto con sus dichos y sus actos. Esa operación sólo es posible si previamente hemos sido capaces de establecer un vínculo transferencial que permita que nuestra palabra encuentre algún eco en el propio sujeto atendido.

______________________________

Tratar al Otro del niño y el adolescente

El análisis de la situación actual de las redes asistenciales arroja algunas luces y muchas sombras sobre el acto educativo y/o clínico. Caducado ya un  modelo paternalista, herencia de la beneficencia, muy basado en paradigmas únicos (normalización, integración cultural, adaptación social), todo se vuelve más diverso y complejo.

No recurriremos a la nostalgia para añorar ese “régimen del Padre” que dictaba lo que había que hacer y ordenaba todo a su alrededor. La ausencia de esa voz única ha generado una nueva necesidad: construir redes que contribuyan a encontrar una pragmática de la acción, que nos oriente en la construcción del caso.

En este libro nos hemos centrado en la práctica asistencial para verificar, en los casos analizados, el método que proponemos como propio de los profesionales de la atención a las personas. Un método que como hemos visto no puede copiar o reproducir aquello que, sin embargo, es útil en otras prácticas y en otras disciplinas.

Hoy el cientificismo reinante, basado en la idea del hombre neuronal, sujeto sin consciencia, o en todo caso con una conciencia ya programada y con un funcionamiento ajeno a su voluntad decidido por misteriosas sinapsis, ensalza la idea del individualismo irresponsable. El magnetismo de las imágenes nos atrapa en estas explicaciones pseudocientíficas sin darnos cuenta que son una charlatanería sofisticada cuya conclusión más importante es que finalmente nuestra voluntad es prescindible, que es el cerebro el que crea y decide por nosotros. El Otro que propone es una versión panóptica cuyo ideal es la máxima transparencia del sujeto y el borramiento de cualquier signo de lo que cada uno tiene de más íntimo y de más particular, imposible por tanto de homogeneizar.

La conexión que a nosotros nos debería interesar no es la sináptica, sino la conexión de la red de profesionales que se reúnen alrededor de un interrogante para construir un nuevo saber y proponer un Otro regulado, alejado tanto de la fragmentación (monosintomática) como del Otro completo de la certeza fantasmática. Los diez casos analizados nos enseñan la diversidad de posiciones y la responsabilidad de cada uno en los cambios que observamos, ligados en primer lugar al deseo propio en relación a lo que le ocurre. El sujeto toma la primera y la más importante decisión en lo que afecta a su vida.

La red, como práctica colaborativa, puede ser hoy una buena fórmula para llenar el vacío que esos ritos de paso han dejado en el tránsito de los adolescentes a la vida adulta y en las nuevas vicisitudes de las familias contemporáneas. Una red entendida como soporte, como ese conjunto de agujeros cernidos por un hilo, que sin embargo se hacen fuertes porque saben soportar las preguntas y los interrogantes.

El fervor por la estadística empieza a desfallecer y a mostrarse ineficaz para captar ese real que siempre está en juego en nuestro trabajo. La idea, muy extendida en los medios anglosajones, de que habría una única y buena manera de hacer, el “one best way” basada en las “evidencias” empíricas y científicas (?) no parece adecuarse a los resultados que constatamos en el día a día.

El método de la construcción del caso, que hemos puesto a prueba en los casos presentados, responde a otra lógica. Propone una serie de casos como forma evaluativa más acorde con la naturaleza de nuestra tarea ya que parte del propio sujeto como el primero que construye su caso como una defensa frente a ese real que le desborda (violencia, ruptura, fracaso, exclusión). Esa construcción original, que tomamos como su invención, es nuestro punto de partida, no para asumirla acríticamente, sino para confrontar a ese sujeto con sus dichos y sus actos. Esa operación, como hemos visto, sólo es posible si previamente hemos sido capaces de establecer un vínculo transferencial que permita que nuestra palabra encuentre algún eco en el propio sujeto atendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario