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miércoles, 30 de mayo de 2012

14 Razones para tomar la palabra en el Foro - Carmen Cuñat


Lecturas Críticas 14 - Hacia el Forum de Sevilla

14 Razones para tomar la palabra en el Foro 

Carmen Cuñat. Psicoanalista en Madrid. Presidenta de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis

La presentación del Documental “La Infancia bajo control” dirigido por Marie-Pierre Aury y del cual hemos tomado prestado el título para convocar este 3º Foro, ha resultado extremadamente útil para suscitar el interés y señalar los ejes en torno a los cuales debatiremos en Sevilla este próximo sábado 2 de junio.

A modo de recordatorio, señalaré los epígrafes que se pueden deducir del documental y que merecerían ser tomados en consideración:
1.- La ambición desmesurada de la psicología actual que pretende dar cuenta de la violencia en la infancia y en la adolescencia a través de la observación y detección de los llamados trastornos de conducta.

2.- La confusión entre la agresividad humana, tendencia correlativa de la identificación narcisista, formadora del yo  y la violencia social, respuesta al efecto segregativo de la exclusión metódica de dicha tendencia.

3.- La confusión decidida entre el comportamiento animal regido por el instinto y la conducta humana regida por el lenguaje y la palabra

Adolescencias por venir. O identidad o deseo - Fernando Martín Aduriz


Lecturas Críticas 13 - Hacia el Forum de Sevilla

Adolescencias por venir. O identidad o deseo.

Fernando Martín Aduriz. Psicoanalista en Palencia. Miembro de la ELP-AMP. Psicólogo y Psicopedagogo.

Optar por la consolidación de la identidad del adolescente, alimentar ese apetito insaciable, o apoyarle en la búsqueda de su deseo aparece como la disyuntiva central en el enfoque del tratamiento del adolescente, en el trabajo analítico con las adolescencias que vendrán.

Si optamos por entrenar al adolescente, ser su ‘coaching’ y su guía, tarde o temprano nos propondremos como ejemplo a seguir, y se identificará con nosotros. Y quien más quien menos podrá sacar de la chistera siempre ideas, ideales, valores, habilidades, actitudes a transmitirle, y el adolescente, y sus padres, se verán reconfortados al quedar fijados a una posición yoica, cuando no congelados en una posición subjetiva, eso si, estable y no perturbadora. Y asimismo si nos precipitamos a comprender, y les decimos que les comprendemos, justo cuando ellos están más perturbados y perplejos en el instante de los revoltijos identificatorios, obtendremos su odio o su silencio cómplice y un aplazamiento del auténtico lugar de su autorización para hacer cosas en la vida.

jueves, 17 de mayo de 2012

CARTAS DEL FORUM III - Nº 8


“Cada uno sabe ya hoy día que clasificar, contar y excluir son operaciones que proceden de una lógica que conduce a lo peor”
Agnès Aflalo, El intento de asesinato del psicoanálisis, Grama, 2011, p. 145.

RESEÑA HACIA EL FORUM DESDE VALENCIA

Por Elvira Tabernero y Graciela Reolon
Valencia

Presentación

En la sede de la ELP de Valencia, el 22 de Marzo 2012 tuvo lugar la Presentación del Documental “La infancia bajo control”, realizado por Marie-Pierre Jaury, que había sido difundido en Francia por el canal de TV ARTE en abril de 2010.
Organizado por La Biblioteca de Orientación Lacaniana de Valencia, así como EINDA y el GIPP, presentan el documental Mª Dolores Camps y Elvira Tabernero.

“Este examina, en 55 minutos, los efectos de la ciencia en el mundo de la prevención del trastorno de conducta, yuxtaponiendo tesis que abogan por la seguridad, ilustradas por el trabajo de investigadores en neurobiología y especialistas del comportamiento del niño, junto a reflexiones críticas como contrapunto de las mismas. Europa y EEUU junto a Canadá, son el epicentro de la cuestión.
En todo el mundo occidental se está colocando la preocupación por la Salud Mental del Niño como un problema de Salud Pública. Como consecuencia aparece una nueva definición del Niño reducido a una suma de datos: puro objeto de la Ciencia.
La política y la prevención “científica” se unen para conseguir el mejor de los mundos. Pero, lo que vemos es que no se trata tanto de prevenir la delincuencia como de acostumbrar a la gente a que acepte la “normalización de las conductas, por medio de la evaluación” (Elvira Tabernero). 

Un trabajo sin derrota - Mercedes Cano Valero

Lecturas Críticas 12 - Hacia el Forum de Sevilla

UN TRABAJO SIN DERROTA”

Mercedes Cano Valero, enfermera de la Unidad Infanto-Juvenil de Cádiz, lleva  26 años, atendiendo niños en dispositivos públicos. En 1981 formaba parte del llamado Centro de Diagnóstico y Orientación Terapéutica de Higiene Mental Infantil, para posteriormente incorporarse desde sus inicios a la Unidad Infanto- Juvenil.
Refiere que le marcó de manera muy especial  en sus comienzos la posibilidad  que tuvo de  trabajar con un psicoanalista, le permitió  introducir otra visión. Amante del mar utiliza el doble sentido de un término marinero “derrota” para describir su trabajo de todos estos años, “inicié mi trabajo sin derrota”, sin una línea trazada en navegación para trasladarse de un lugar a otro. Creo que en esta expresión que nos regala, podemos encontrar una muy buena respuesta a la infancia bajo control.   
Carmen Campos, responsable de la  Biblioteca de Orientación Lacaniana de Sevilla, conversa con ella en la siguiente entrevista.                                                          
P: En estos años de trabajo, ¿Has podido observar una evolución en los modelos de intervención?

Recuerdo que hace más de 25 años los niños eran atendidos  por  neuropsiquiatras con formación en adultos, más tarde con la reforma psiquiátrica se intentó introducir un modelo  de atención más psicológico – social con equipo multiprofesional,  pero vuelve a imperar el modelo biologicista.
 Siento profundamente, y no tiene que ver los modelos, el escasísimo tiempo  y recursos del que se dispone,  ya sea por la exigencia y angustia de los padres, que presionados por la sociedad, los maestros,  los “miedos” de comunicación  y  programas de formación sanitarias,  acuden  a demandar más  y más  medicina para no pensar, pues la inseguridad que todo ello les produce es enorme. Como resultado  cada día se crean, mantienen y controlan  de forma alarmante cientos de pacientes, no existiendo tiempo para los graves, perpetuándose la demanda.

Reintroduciendo la responsabilidad de la conducta - María Verdejo


Lecturas Críticas 11 - Hacia el Forum de Sevilla 

“Reintroduciendo la responsabilidad de la conducta" (Más allá del control)

María Verdejo, 1/05/2012

Quiero compartir con ustedes las palabras que una madre produjo como respuesta a las intervenciones que se le pedían en relación a su hija y que me han puesto al trabajo para este tercer foro de la ELP.

En primer lugar y brevemente situaré el momento en el que se produce.

La hija, de 11 años, está en ese momento viviendo durante la jornada escolar en un Hogar funcional, acudiendo al domicilio familiar una tarde durante la semana y el fin de semana. Fue ésta una intervención  resultado del trabajo bajo transferencia realizado en el Centro de Día al que la niña acudía.

La menor presenta un TMG y, tanto los padres como ella misma, solicitaron un período de distanciamiento puntual en una época en la que los padres se constituyeron en figuras persecutorias para la menor, produciéndose situaciones de riesgo reales en la convivencia familiar.

En el tiempo de la entrevista comentada, la familia se halla en un contexto de cambio de tutora de referencia en el Hogar funcional y,  de posible retorno de la menor al hogar familiar.

Es en el contexto de las entrevista habidas con la madre que ella se descubre respondiendo con una  nueva posición para con su hija, posición que la afianza para sostener el retorno de la menor a la convivencia familia.

Marta –nombre supuesto- relata la respuesta que ha podido realizar tras un primer momento de sobresalto tras la llamada que recibe de las educadoras del Hogar.

miércoles, 16 de mayo de 2012

CARTAS DEL FORUM III - Nº 7

  “El consenso ocupa el lugar de lo universal, el empirismo el de la observación,
la norma estadística el de lo verdadero”.

Eric Laurent, “Clínica del pase y depresión: un caso”, en Estabilizaciones en la psicosis, Manantial, p. 95.

¿QUE OTRO PARA QUÉ NIÑO?
Por Lidia Ramírez, Barcelona

La infancia siempre ha estado bajo control y en algunas épocas, de la peor manera. En esta época del Otro que no existe, podemos preguntarnos qué niño esperamos.
La promulgación de los derechos del niño ha producido mejoras indudables en la protección a la infancia pero a la vez ha influido en un cambio muy importante respecto de la consideración del niño y de la infancia.
Así podemos pensar que el niño de hoy es el niño de los derechos y que este niño ha dejado un poco atrás al niño considerado como alguien inacabado de hacer. Esto ha hecho emerger que el riesgo para la infancia en este momento sea que el niño asistido en sus derechos nos haga olvidar al niño esperado en su incompletud.
J. Alain Miller se preguntaba en su seminario El Otro que no existe y sus comités de ética, si es necesario algún Otro además del familiar para educar a un niño. Es una pregunta que sigue siendo oportuna porque en este momento hay una consigna a nivel europeo, una "Recomendación  del Comité de Ministros del Consejo de Europa a los Estados Miembros"  para ofrecer a los padres la posibilidad de formarse en escuelas de padres en lo que se ha llamado la  "parentalidad positiva" que consiste en promover "un conjunto de conductas parentales que procuran el bienestar de los niños y su desarrollo integral desde una perspectiva de cuidado, afecto, protección, enriquecimiento y seguridad personal, de no violencia, que proporciona reconocimiento personal y pautas educativas, e incluye el establecimiento de límites para promover su completo desarrollo, el sentimiento de control de su propia vida y puedan alcanzar los mejores logros tanto en el ámbito familiar como académico, con los amigos y en el entorno social y comunitario". Es de esta forma como el significante amo del momento: la gestión, entra en el seno familiar para resolver  las relaciones entre padres e hijos con los elementos de los mercados: formación y  producción
Afortunadamente, el niño de los derechos quiere saber algo de otro sentimiento, el "sentimiento de pertenencia" y se pregunta "¿a quien pertenezco?",  porque el niño de los derechos no es exactamente el hijo o el alumno sino el menor que es como cada vez más se dice cuando se habla de los niños.
¿Quién responde al niño de los derechos?

miércoles, 9 de mayo de 2012

La infancia bajo control desde una mirada pedagógica - Segundo Moyano


Lecturas Críticas 10 - Hacia el Forum de Sevilla

La infancia bajo control desde una mirada pedagógica

Segundo Moyano
Educador social y Doctor en Pedagogía. Profesor del Grado de Educación Social
Universitat Oberta de Catalunya

Para iniciar estas palabras, aclaro que mi posición de partida se sostiene en el campo de las instituciones de protección a la infancia. Por una parte, porque es una de mis áreas de estudio, y por otra, porque durante muchos años he trabajado como educador social en una de esas instituciones. La importancia de la aclaración se articula en torno a la consideración histórica de esas otras infancias (por ejemplo, las acogidas en instituciones de protección) alejadas de los discursos hegemónicos. En este caso, al discurso escolar de la infancia. Es por este motivo, y no otro, que las resonancias al asociar infancia y control no me son nuevas. Es más, algo de un retorno aparece, que rememora las palabras de Jacques Donzelot, cuando ya en los años 70 sitúa a finales del siglo XIX la confluencia de dos concepciones de la infancia. Por un lado, la idea de una infancia en peligro, desprotegida y amenazada; y por otro, una infancia peligrosa que resulta amenazante. Donzelot sostiene que ambas concepciones tienden a diluirse, considerando finalmente a la infancia en peligro como realmente peligrosa. El siglo XIX ( y parte del XX) significa la construcción de un nuevo imaginario social respecto de la infancia, depositándose en ella el anhelo de cambio, la asociación entre infancia y futuro, y la consolidación de un nuevo modelo de sociedad de progreso que deposita las esperanzas en la infancia. El resto del siglo XX se iba a encargar de cercenar algunas de esas imágenes, de alentar otras y de procurar nuevas consideraciones en torno a la atención y la educación de los niños. Como ejemplo sirva que si bien “la escuela liberó al niño” (Lozano, 1994; 93), también la escolarización supuso una “maquinaria de gobierno de la infancia” (Varela, Álvarez-Uría, 1991: 14); por lo que la historia moderna y contemporánea de la infancia está salpicada de contradicciones sociales y educativas, de vaivenes estatutarios de la infancia, y de diferentes ubicaciones del niño en las escenas sociales.

Un documental acustuflante sobre el autismo: Otras voces, una mirada diferente sobre el autismo - Miquel Bassols


Lecturas Críticas 8 - Hacia el Forum de Sevilla

Un documental “acustuflante” sobre el autismo “Otras voces, una mirada diferente sobre el autismo” - Un documental de Ivan Ruiz Acero

Por Miquel Bassols

Fuente: LQ 192 – 5 de abril de 2012

Más de doscientas personas se reunieron el pasado 3 de abril en el cine Verdi de Barcelona, con ocasión de la presentación oficial de la película “Otras voces”, dirigida por nuestro colega Iván Ruiz Acero junto con Silvia Cortés Xarrié, y que cuenta con la participación de varios padres de niños autistas y de psicoanalistas europeos que trabajan en este campo. Asistieron también representantes de diversas instituciones. La larga ovación que tuvo lugar al término de la película testimonió del impacto producido por la película sobre los espectadores reunidos para el acontecimiento. Próximamente, la película va a ser difundida y presentada en varios circuitos y en diversas lenguas.

“Acustuflante” es la palabra, un neologismo, que Albert, un joven catalán diagnosticado como Asperger, encontró en las lenguas para calificar el documental. Es el mismo Albert, en su testimonio singular, el que hará la función de hilo de Ariadna para seguir los recodos, los caminos y los impasses que el documental nos propone seguir para exponer lo que el psicoanálisis de orientación lacaniana piensa y hace actualmente con los sujetos diagnosticados de “trastorno del espectro autista”. La tarea apunta a señalar, si no a hacer surgir, la dimensión singular del sujeto que se oculta detrás de ese diagnóstico cada vez más ambiguo en la clínica contemporánea y que puede presentarse como un laberinto. Pero basta con dejar el lugar del saber a ese sujeto supuesto en su silencio y su lenguaje cerrado a la escucha de los otros, para poder comenzar a retomar el hilo que decidió cortar en un cierto momento de su experiencia. Y es, en efecto, un hilo “acústico”, donde el objeto-voz deviene un nudo principal, y es enderezándolo con un nuevo uso del lenguaje que los efectos se muestran entonces “époustuflants” (pasmosos) para el sujeto y su entorno. “Acustuflante” es, entonces, un buen nombre para esas otras voces que el documental hacer resonar y razonar con el discurso psicoanalítico en un momento en que caen sobre él los cuestionamientos más abyectos.

martes, 8 de mayo de 2012

CARTAS DEL FORUM III - Nº 6

 “¿Dónde están, aquí, la justeza y la justicia? ¿Quién las mide, quién las pronuncia?
Todo me llegará de otra parte y desde afuera en esta historia, así como mi corazón,
mi cuerpo, me llegaron de otra parte, son otra parte "en" mí"
Jean-Luc Nancy El intruso

Vagando por la Nube: El agobio como condición * 

Por José Ángel Rodríguez Ribas 

Frente a otras consideraciones formuladas en distintos lugares, pienso que no se trata, solamente, del ascenso de la ciencia la que domina el panorama de la subjetividad contemporánea.

La preeminencia del neuroconductismo como matriz de las relaciones humanas reducidas a una mera etología instintual, parecería anunciar la emergencia de un nuevo sentido como paradigma dominante: el que indaga una materialidad fisiológica con que amalgamar las diversas esferas humanas.

 Esta fascinación por la tecnociencia podría leerse, entonces, como una nueva versión de la Modernidad: allá donde la postmodernidad quiso denunciar la caída de los grandes relatos, el pensamiento débil, la provisionalidad de todo ideal emancipatorio y de los ejes históricos que vertebran cualquier proyecto (ya denunciado por el pensamiento de la sospecha de Nietzshe, Marx y Freud); que si bien nunca llegó a la consumación hegeliana, al menos, sí que daba cuenta de una lógica simbólica como regulación de la emergencia pulsional.

Por el contrario, lo que se nos ha revelado como un verdadero acontecimiento ontológico, es la servidumbre hipermoderna, al límite de lo sacrificial, frente a aquellos modelos que prometen una causalidad proporcional, a partir de una posibilidad-Toda. Todo sería posible porque todo es calculable: basta con encontrar la fórmula. Razón tecnoteoestética que, paratodeando, al decir lacaniano, ha ido imponiéndose de manera indefectible, sin posibilidad de alegación alguna.

En este nuevo giro de tuerca monoteístico el ser-para-la-muerte, como ente, asiste anonadado a la expropiación de su falta-en-ser por la falta-en-tener. Al punto que en su cita con lo real responde con su versión de número, allá donde la letra de los afectos –más humilde- no cejaba en su labor de inscribir el significante en el cuerpo. Sentir sus efectos solo ha sido cuestión de tiempo: declive de la auctóritas, promoción del cuerpo y los partenaires, borramiento de toda differencia, estallido de los vínculos, entronización de la mercancía, la globalización de la desinserción, desaparición de la memoria, sustitución de la ética por la moral o sustitución de la verdad por el consenso.  Lo demás: o arte o filosofía. Y ya, ni por esas.

Ser víctimas del funesto rapto por la cifra tecnocrática, no ha venido acompañado sin ciertas “mitologías” maquínicas -como la pantalla, el implante, la receta o la bata blanca- al precio de convertir el odio o la ignorancia en sus afectos cotidianos. Como en una mala comedia, la envidia o el resentimiento especulares empañan el espectro político, cuando todo el mundo parece saber que apenas nada puede hacerse pues solo, unos, muy pocos, dueños del capital, están en disposición de tomar decisiones – a menudo con consecuencias catastróficas (1)-. En consecuencia, ningún discurso resulta ya creíble: solo aquel que apunte a señalar errores contables en los itinerarios vitales hacia una hipnótica plenitud o felicidad solipsista.

Llegados a esta situación, la complejidad de una razón “mediata” (contingente, paradojal e imposible) resulta casi inconcebible, al tiempo que la consistencia esencialista -tautológica  e inmanente, que desconoce la imposibilidad- gana por goleada a la existencia o insistencia de la división subjetiva.
Es así como la debilidad, la repetición y el aburrimiento (E. Vila-Matas, Babelia: 10/3/12) son convocados de ordinario para restituir la fisura por la que la condición humana, dividida y olvidante, daba cuenta de su misterio -en lo siniestro o la angustia- traduciendo una huella que significaba el advenir. Perdidos en el rizoma, expropiados de toda palabra de nominación sintomática, al sujeto no le queda otra que mostrar la etiqueta de su trastorno identificador. Lo que explicaría, por otra parte, que, más que nunca, lo humano mismo termine siendo francamente insoportable para los propios humanos.

En esta fatalidad autoaniquiladora, el registro y la negociación del flujo de goces se escuchan como un deber superyoico de consumo, en el que la especulación borró la suposición: ya no se trata pues, de una lógica de lo parcial y limitado sino más bien, de lo inconmensurable, del fragmento devenido espectro, simulacro autorreferencial o pathos puesto en acto (epítome lacaniana del Kant con Sade).
Desde luego que el agobio contemporáneo ya no goza de la noble tradición que antaño se le atribuía en el marco del síntoma o la angustia (RAE). Mezcla de ansiedad, decepción, desposesión, aburrimiento, desinserción, de precariedad, apremio o descreimiento; cual laminilla viscosa, la desazón torna común aquello que siempre nos hizo únicos e irrepetibles: el goce particular, devenido ahora en miseria común.

¿Qué heteronomía, que acto de antagonismo pegarán un corte, una suspensión, a la logística (Heidegger)?, ¿que acontecimiento de tiempo, presencia o palabra, traerá un discurso que haga vínculo en la época en que el horror, no es de lo Uno: es el Otro?.

 “Yo solo quiero un trabajo, y punto” clama en el desierto un caballero inmigrante de mediana edad después del abandono de su mujer, que le dejó al cargo de los hijos, con nefastos efectos subjetivos.
Sin embargo este camino, boca a boca, que pasa por reinventar la dignidad del respeto y la responsabilidad del sujeto, cada vez encuentra más amigos.
Todo un programa. Nos vemos en el Forum.
___________________

* El cuerpo sin órganos. Presentación de G. Deleuze. De José Luís Pardo (Ed. Pretextos. Valencia, 2011) a quien debemos su lúcida relectura deleuziana.
                                   
 (1) Véase el documental de la Sexta: “Yo pago, tú pagas” (a 8/4/2012).

sábado, 5 de mayo de 2012

Niños y profesionales “bajo control”. La ilusión del registro del “todo” - Susana Brignoni


Lecturas Críticas 7 - Hacia el Forum de Sevilla

Niños y profesionales “bajo control”. La ilusión del registro del “todo”

Susana Brignoni, Abril 2012

Junichiro Tanizaki, pensando el mundo Occidental, señala que “olvidamos aquello que nos resulta invisible. Consideramos que lo que no se ve no existe”. Cree que nuestra parte del mundo está obsesionada por la creencia de que la transparencia nos garantiza la existencia.

Nunca como en nuestro tiempo el niño había formado parte del tratamiento general de las personas en el sentido en que Tanizaki lo plantea. Si bien el “vigilar y castigar” siempre fue un componente de los preceptos educativos, es hoy, de manera contundente, cuando la nueva pareja señalada por Miller, “vigilar y prevenir” ubica la mirada del clínico del lado de la clasificación y la supuesta “prevención” adquiere tintes de predicción, convirtiendo los malestares de la infancia  en destinos que conjugan y articulan el sistema de justicia con el médico. “La reducción del sujeto a lo que se llama la variable de ajuste, que es el estado con el que entramos en los cálculos” toca el campo de la infancia, promoviendo investigaciones cuyo objeto es, por ejemplo, hacer un “mapeo” de los niños con TDAH en un distrito específico de Barcelona . El “mapeo” responde a un fantasma de localización donde nada ni nadie quede fuera de control.

viernes, 4 de mayo de 2012

Descuento de Renfe para ir al Forum 3 de Sevilla


Gracias a la perseverancia de Pedro Jiménez, por fin tenemos el documento de descuento de RENFE. Es de un 30% para todo tipo de viajes.
Os lo hacemos llegar en formato PDF. Cada viajero tiene que llevar este documento impreso para poder comprar su billete y tiene que presentarlo al viajar al Forum 3.
Lo colgamos en este Blog del Forum para que los participantes os lo descarguéis en este enlace:

miércoles, 2 de mayo de 2012

CARTAS DEL FORUM III - Nº 5

 “Las cifras eran términos medios,
y los términos medios se aplicaban a los que eran también términos medios

Tom Wolfe, Elegidos para la gloria, Anagrama, p. 34

Ritaline Gone Wrong: El Metilfenidato no ha funcionado (The New York Times, 29/01/2012)

Alan Sroufe, Profesor Emérito de Psicología en el Instituto de Desarrollo del Niño de la Universidad de Minnesota.
Fuente: The New York Times

Tres millones de niños en este país toman fármacos para sus problemas de atención. A finales del pasado año muchos padres se alarmaron profundamente ante la escasez (restricciones)1 de medicamentos2 como Ritalin y Adderall, que consideran absolutamente esenciales para el funcionamiento de sus hijos. Pero ¿están en realidad ayudando estos fármacos a los niños? ¿Realmente, debemos seguir aumentando las prescripciones?

En treinta años se ha multiplicado por veinte el consumo de fármacos para el trastorno de déficit de atención (ADD). Como psicólogo que ha estado estudiando los trastornos del desarrollo de niños durante más de cuarenta años, creo que debemos preguntarnos porqué dependemos tanto de estos fármacos. Los fármacos para el déficit de atención aumentan a corto plazo la concentración (de la atención), y por esta razón les funciona tan bien a los estudiantes universitarios que preparan sus exámenes rápidamente a última hora. Pero cuando se dan a los niños, durante largos períodos de tiempo, no mejoran su rendimiento escolar ni reducen sus problemas de comportamiento.

Tristemente, pocos médicos y padres parecen tomar conciencia de lo que hemos ido aprendiendo acerca de la falta de efectividad de estos fármacos. Lo que se ha publicado son resultados a corto plazo y estudios acerca de las diferencias en el cerebro de estos niños En realidad se trata de hechos incontrovertibles que, a primera vista, parecen apoyar la opción de los fármacos. En realidad es por basarse en este fundamento parcial, por lo que el enfoque del problema actual del tratamiento de estos niños ha sido tan difícil. En los años 60, yo creía entonces, como muchos psicólogos, que los niños con dificultades de concentración sufrían un problema cerebral innato, genético o de algún otro tipo. Al igual que el diabético tipo I necesita la insulina para corregir los problemas de su bioquímica innata, se creía que estos niños requerían fármacos para el déficit de atención para corregir los suyos. Sin embargo, resulta que hay poca o ninguna evidencia que apoye esta teoría.

En 1973 revisé para el New England Journal of Medicine la literatura sobre el tratamiento farmacológico. Docenas de estudios bien controlados mostraban que estos fármacos mejoran inmediatamente el rendimiento de los niños para tareas repetitivas que requieran concentración y diligencia. Yo mismo dirigí uno de estos estudios. Maestros y padres informaron también de la mejoría del comportamiento en casi todos los estudios a corto plazo. Esto estimuló un incremento del uso de fármacos y llevó a muchos a concluir que la hipótesis de un “déficit cerebral” quedaba confirmada. Pero continúan surgiendo cuestiones, especialmente en lo que concierne al mecanismo de acción de los fármacos y a la duración de sus efectos. Ritalin y Adderall, una combinación de dextroanfetamina y anfetamina, son estimulantes. Entonces ¿por qué parece que calman a los niños? Algunos expertos argumentaron que era porque los cerebros de niños con problemas de atención son diferentes y los fármacos tenían sobre ellos un misterioso efecto paradójico. Sin embargo, realmente, no había paradoja. Este tipo de fármacos se había administrado, durante la segunda guerra mundial, a los operadores de radar para ayudarles a permanecer despiertos y concentrados en tareas aburridas y repetitivas. Y cuando en 1990 revisamos la literatura sobre fármacos para el déficit de atención encontramos que, tanto si tienen problemas de atención como si no, responden a los fármacos estimulantes del mismo modo. Además, mientras que los fármacos ayudan a los niños a asentarse en clase, en realidad aumentan su actividad en el patio de recreo. Los estimulantes tienen generalmente los mismos efectos en todos los niños y adultos. Mejoran la capacidad de concentración, especialmente en tareas que no son interesante en sí mismas o cuando se está fatigado o aburrido, pero no mejoran las capacidades globales de aprendizaje. Así como les ha ocurrido a muchas personas que usaron y abandonaron fármacos similares para adelgazar, los efectos de los estimulantes en los niños con problemas de atención se desvanecen cuando se prolonga su utilización.

Algunos expertos han argumentado que los niños con ADD (TDA) no desarrollan tal tolerancia porque sus cerebros tienen algo diferente. Pero de hecho, la pérdida de apetito y el insomnio de los niños que inician la toma de fármacos para el ADD se van desvaneciendo progresivamente y, como ahora sabemos, lo mismo ocurre con sus efectos sobre el comportamiento. Parece que es por desarrollar una tolerancia al fármaco como su eficacia desaparece. Muchos padres que quitan los fármacos a sus hijos encuentran que su comportamiento empeora, lo cual, muy probablemente, confirma su creencia en la eficacia del fármaco. Pero su conducta empeora porque el cuerpo del niño se ha habituado al fármaco. Los adultos pueden tener reacciones similares cuando bruscamente recortan el café o dejan de fumar.

Hasta ahora, ningún estudio ha encontrado a largo plazo, un beneficio (de la medicación para el TDA-ADD) sobre el rendimiento académico, las relaciones con sus compañeros o sobre los problemas de conducta, que en realidad son las cosas importantes que hay que mejorar. Hasta hace poco, la mayoría de los estudios sobre estos fármacos no habían sido debidamente randomizados y algunos de ellos tenían otros defectos metodológicos.

Pero en 2009, fueron publicados los hallazgos de un estudio bien controlado, que se ha ido desarrollando durante más de una década, y cuyos resultados eran muy claros. Este estudio asignaba al azar (randomizado) a casi 600 niños con ADD a cuatro tipos de tratamiento. Algunos recibían solo medicación, otros solo terapia cognitivo-conductual, otros medicación y terapia y los restantes recibían cuidados comunitarios grupales sin ningún tipo de tratamiento sistematizado.

Al principio este estudio sugería que la medicación, o la medicación más la terapia, producían los mejores resultados. Sin embargo, después de tres años, los efectos se apagaban y, después de ocho años, no había evidencia de que la medicación produzca ningún beneficio académico o del comportamiento. De hecho, todos los éxitos del tratamiento desaparecen con el tiempo, aunque el estudio continúa. Es evidente que estos niños necesitan un mayor apoyo que el ofrecido en este estudio sobre la medicación, apoyo que debe comenzar antes y durar más tiempo.

Sin embargo, los hallazgos de las neurociencias se están utilizando para apoyar el argumento de utilizar los fármacos para tratar un hipotético “defecto innato”. Estos estudios muestran que los niños que reciben un diagnóstico de TDA-ADD tienen diferentes patrones de neurotransmisores y otras anomalías en su cerebro. La sofisticación tecnológica de estos estudios puede impresionar a los padres y a los no profesionales, pero puede resultar engañosa.

Por supuesto que los cerebros de estos niños con problemas de conducta pueden mostrar anomalías en las exploraciones. No podía ser de otra manera. Conducta y cerebro están entrelazados. La depresión también aumenta y disminuye en muchas personas y, como lo hace, se producen cambios paralelos en el funcionamiento cerebral, independientemente de la medicación.

Muchos de los estudios del cerebro de los niños con ADD-TDA involucran a los participantes en pruebas implican una tarea de atención. Si estos niños no están prestando la atención debido a la falta de motivación o de una capacidad infradesarrollada para regular su comportamiento, los escáneres cerebrales serán ciertamente anómalos. Como quiera que se mida el funcionamiento del cerebro, estos estudios no nos dicen nada acerca de si las anomalías observadas estaban presentes al nacer o si resultan de un trauma, del estrés crónico o de otras experiencias de la primera infancia. Uno de los más profundos hallazgos en la neurociencia de la conducta en los años recientes ha sido la clara evidencia de que el desarrollo del cerebro está moldeado por la experiencia.

Ciertamente, es verdad que un amplio número de niños tienen problemas con la atención, la auto-regulación y la conducta ¿Pero estos problemas son a causa de algunos aspectos presentes ya al nacer? ¿O están causados por experiencias en la primera infancia? Estas preguntas solo pueden ser respondidas estudiando los niños y sus entornos desde antes del nacimiento y a través de la infancia y la adolescencia, como con mis colegas de la Universidad de Minnesota hemos hecho durante décadas. Desde 1975, hemos seguido a 200 niños que nacieron en la pobreza y por lo tanto más vulnerables a problemas de conducta. Se incluyó a sus madres durante el embarazo, y en el transcurso de sus vidas, hemos estudiado sus relaciones con los cuidadores, maestros y compañeros. Hemos seguido su progreso a través de la escuela y sus experiencias en la edad adulta temprana. A intervalos regulares se mide su salud, su comportamiento, el desempeño en pruebas de inteligencia y otras características. Al final de la adolescencia, 50 por ciento de la muestra recibió algún diagnóstico psiquiátrico. Casi la mitad había mostrado problemas de comportamiento en la escuela por lo menos en una ocasión, y hubo un 24 por ciento de abandono escolar hasta el 12 º grado; el 14 por ciento cumplieron con los criterios para el ADD entre 1º y 6º grado. Otros estudios epidemiológicos a gran escala confirman estas mismas tendencias en la población general de niños desfavorecidos. Entre todos los niños, incluidos todos los grupos socioeconómicos, la incidencia del TDA-ADD se estima en un 8 por ciento. Lo que encontramos fue que el ambiente del niño predice el desarrollo de problemas de ADD-TDA. En marcado contraste, la medición de anomalías neurológicas al nacer, del C.I., y del temperamento infantil –incluído nivel de actividad infantil- no predicen un ADD. Un montón de niños de familias pudientes son también diagnosticados de ADD. Los problemas de conducta en niños tienes varios orígenes posibles. Entre ellos situaciones de stress familiar como la violencia doméstica, la falta de apoyo social de amigos o familiares, situaciones vitales caóticas, incluyendo mudanzas frecuentes y, especialmente, patrones familiares de intrusión que involucran al bebé en estimulaciones para las que no está preparado. Por ejemplo, un bebé de seis meses está jugando, y el padre lo coge rápidamente por detrás y lo sumerge en el baño. O un niño de 3 años de edad que se está frustrando intentando resolver un problema, y un padre le ridiculiza o se burla. Tales prácticas son excesivamente estimulantes y también comprometen el desarrollo de la capacidad de autorregulación del niño.

Administrar fármacos no hace nada para cambiar las condiciones que, en primer lugar, desvían su desarrollo. Sin embargo, esas condiciones están recibiendo muy poca atención. Los responsables políticos están tan convencidos de que los niños con ADD tienen una enfermedad orgánica que todos han suspendido la búsqueda de una comprensión integral de su enfermedad (condition).

El Instituto Nacional de la Salud Mental financia investigaciones dirigidas principalmente a los componentes fisiológicos y cerebrales del ADD. Si bien hay algunas investigaciones dirigidas a otros métodos de tratamiento, se estudia muy poco con respecto al papel de la experiencia. Los científicos, conscientes de esta orientación, tienden a presentarse a las subvenciones que sólo se dirigen a dilucidar la bioquímica.

Por lo tanto, sólo se plantea una pregunta: ¿hay aspectos del funcionamiento cerebral asociados con problemas de atención del niño? La respuesta es, siempre, sí. Lo que puede perderse de vista es la muy real posibilidad de que tanto las anomalías del cerebro como el TDA-ADD sean un resultado de la experiencia. Nuestro transcurso actual plantea numerosos riesgos. Primero, nunca habrá una solución única para todos los niños con problemas de conducta y del aprendizaje. Mientras que un número menor podrá beneficiarse de un tratamiento farmacológico a corto plazo, los tratamientos, a gran escala, a largo plazo, para millones de niños no tienen respuesta. Segundo, la medicación a gran escala de niños desemboca en una visión de la sociedad de que todos los problemas de la vida se pueden solucionar con una pastilla y les da a millones de niños la impresión de que hay algo inherentemente defectuoso en ellos.

Finalmente, la ilusión de que los problemas de conducta de los niños pueden curarse con fármacos nos evita que, como sociedad, tratemos de buscar las soluciones más complejas, que serían necesarias. Los fármacos sacan a todos –políticos, científicos, maestros, padres- del apuro. A todos, excepto a los niños. Si los fármacos, que los estudios muestran que actúan de cuatro a ocho semanas, no son la respuesta, ¿cuál es?

Muchos de estos niños tienen ansiedad o depresión; otros muestran el stress familiar. Necesitamos tratarlos como personas individuales.

En cuanto a la restricción (escasez), va a seguir creciendo y decreciendo. Puesto que estos fármacos crear habituación (dependencia), el Congreso decide cuantos deben fabricarse. La cantidad aprobada no debe seguir el ritmo de la ola de prescripciones. Pero al final de este año, habrá con toda probabilidad otra restricción, ya que continuamos confiando en medicamentos que no están haciendo lo que muchos padres, terapeutas y maestros bien intencionados creen que están haciendo.

Fuente: YO AMO A ALGUIEN CON... ¿TDAH?
Agradecemos a Jordi Badía el acceso a este artículo a través de su blog

Tratar al Otro del niño y el adolescente - José R. Ubieto


Lecturas Críticas 9 - Hacia el Forum de Sevilla

Cuando nos queda un mes para el FORO III, recibimos la buena noticia de la publicación del libro " La Construcción del Caso en el Trabajo en Red. Teoría y Práctica" de nuestro querido colega José Ramón Ubieto,  ha tenido la amabilidad de hacernos una reseña para las Lecturas Críticas 9.
Centrado en la práctica asistencial nos adentra en el trabajo con los adolescentes partiendo de la exposición de diez casos.

Otra buena noticia, la película " Los niños salvajes" de la cineasta Patricia Ferreira, que aborda la temática de los adolescentes, su incomunicación con padres , educadores y sus consecuencias, ha sido galardonada con la Biznaga de Oro, Mejor película, Mejor Guión, Mejor Actor Reparto, Mejor Actriz Reparto, en el XV Festival de Cine de Málaga.
Desde la BOL de Sevilla les animamos a que se adentren en el mundo de los adolescentes como otro camino hacia el FORO III y les dejamos con el poeta Sevillano  Luis Cernuda:
Adolescente Fui

Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.

Perder placer es triste

como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquel fui, aquel fui, aquel he sido…
era la ignorancia mi sombra.

Ni gozo ni pena; fui niño

prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.

Cuando la muerte quiera

una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia,
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire. 

Libro: “La construcción del caso en el trabajo en red. Teoría y práctica

José R. Ubieto. Editorial UOC. Barcelona, 2012

Autor:  José Ramón Ubieto
Psicólogo clínico y Psicoanalista. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Profesor de la Universidad Oberta de Catalunya y Consultor de del Instituto de Neurociencias y Salud Mental de Barcelona. Trabaja como psicólogo en los SSB (Ayuntamiento de Barcelona). Ha sido coordinador del programa Interxarxes (2000-2011) impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona en colaboración con la Generalitat de Catalunya y la Diputación de Barcelona.
Colaborador habitual del diario “La Vanguardia”, ha publicado en diversas revistas nacionales e internacionales. Autor del libro “El trabajo en red. Usos posibles en Educación, Salud mental y Servicios Sociales” (Gedisa, 2009), ha coordinado los libros “Los Psicólogos en los Servicios Sociales de Atención Primaria” y “Adolescències i Vincle(s)”. Es coautor de otros títulos como: “Adopción y Acogimiento familiar: perspectivas” (2004, UB) “Teoría psicoanalítica: reflexiones para la intervención clínica” (2006, UOC), “El Libro blanco del Psicoanálisis” (2007, RBA), “Intervenciones clínicas en las familias” (2009, Emaús), “Suicidio, medicamentos y orden público” (2010, Gredos) y “Violencia en las escuelas” (2011, Grama).

Sinopsis
Los casos no existen per se, existen los expedientes que recogen las informaciones sobre el sujeto y su familia, la cronología de las actuaciones, pero eso no basta para captar la lógica del caso. Necesitamos construir el caso a partir de un saber que ponga el foco en esa lógica, partiendo de la formulación de hipótesis interpretativas de los fenómenos observados y de las posiciones subjetivas, las de los diversos miembros de la familia y las nuestras mismas, como profesionales que interactuamos con ellos. Para encontrar ese hilo conductor hay que aceptar que cada caso es único, singular, a pesar de todos los rasgos comunes que pueda tener con otros.

El método de la construcción del caso, que hemos puesto a prueba en el Programa Interxarxes (2000-2012) propone una serie de casos como forma evaluativa del trabajo en red, proceso más acorde con la naturaleza de nuestra tarea ya que parte del propio sujeto como el primero que construye su caso como una defensa frente a ese real que le desborda (violencia, ruptura, fracaso, exclusión). Esa construcción original, que tomamos como su invención, es nuestro punto de partida, no para asumirla acríticamente, sino para confrontar a ese sujeto con sus dichos y sus actos. Esa operación sólo es posible si previamente hemos sido capaces de establecer un vínculo transferencial que permita que nuestra palabra encuentre algún eco en el propio sujeto atendido.

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Tratar al Otro del niño y el adolescente

El análisis de la situación actual de las redes asistenciales arroja algunas luces y muchas sombras sobre el acto educativo y/o clínico. Caducado ya un  modelo paternalista, herencia de la beneficencia, muy basado en paradigmas únicos (normalización, integración cultural, adaptación social), todo se vuelve más diverso y complejo.

No recurriremos a la nostalgia para añorar ese “régimen del Padre” que dictaba lo que había que hacer y ordenaba todo a su alrededor. La ausencia de esa voz única ha generado una nueva necesidad: construir redes que contribuyan a encontrar una pragmática de la acción, que nos oriente en la construcción del caso.

En este libro nos hemos centrado en la práctica asistencial para verificar, en los casos analizados, el método que proponemos como propio de los profesionales de la atención a las personas. Un método que como hemos visto no puede copiar o reproducir aquello que, sin embargo, es útil en otras prácticas y en otras disciplinas.

Hoy el cientificismo reinante, basado en la idea del hombre neuronal, sujeto sin consciencia, o en todo caso con una conciencia ya programada y con un funcionamiento ajeno a su voluntad decidido por misteriosas sinapsis, ensalza la idea del individualismo irresponsable. El magnetismo de las imágenes nos atrapa en estas explicaciones pseudocientíficas sin darnos cuenta que son una charlatanería sofisticada cuya conclusión más importante es que finalmente nuestra voluntad es prescindible, que es el cerebro el que crea y decide por nosotros. El Otro que propone es una versión panóptica cuyo ideal es la máxima transparencia del sujeto y el borramiento de cualquier signo de lo que cada uno tiene de más íntimo y de más particular, imposible por tanto de homogeneizar.

La conexión que a nosotros nos debería interesar no es la sináptica, sino la conexión de la red de profesionales que se reúnen alrededor de un interrogante para construir un nuevo saber y proponer un Otro regulado, alejado tanto de la fragmentación (monosintomática) como del Otro completo de la certeza fantasmática. Los diez casos analizados nos enseñan la diversidad de posiciones y la responsabilidad de cada uno en los cambios que observamos, ligados en primer lugar al deseo propio en relación a lo que le ocurre. El sujeto toma la primera y la más importante decisión en lo que afecta a su vida.

La red, como práctica colaborativa, puede ser hoy una buena fórmula para llenar el vacío que esos ritos de paso han dejado en el tránsito de los adolescentes a la vida adulta y en las nuevas vicisitudes de las familias contemporáneas. Una red entendida como soporte, como ese conjunto de agujeros cernidos por un hilo, que sin embargo se hacen fuertes porque saben soportar las preguntas y los interrogantes.

El fervor por la estadística empieza a desfallecer y a mostrarse ineficaz para captar ese real que siempre está en juego en nuestro trabajo. La idea, muy extendida en los medios anglosajones, de que habría una única y buena manera de hacer, el “one best way” basada en las “evidencias” empíricas y científicas (?) no parece adecuarse a los resultados que constatamos en el día a día.

El método de la construcción del caso, que hemos puesto a prueba en los casos presentados, responde a otra lógica. Propone una serie de casos como forma evaluativa más acorde con la naturaleza de nuestra tarea ya que parte del propio sujeto como el primero que construye su caso como una defensa frente a ese real que le desborda (violencia, ruptura, fracaso, exclusión). Esa construcción original, que tomamos como su invención, es nuestro punto de partida, no para asumirla acríticamente, sino para confrontar a ese sujeto con sus dichos y sus actos. Esa operación, como hemos visto, sólo es posible si previamente hemos sido capaces de establecer un vínculo transferencial que permita que nuestra palabra encuentre algún eco en el propio sujeto atendido.