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martes, 17 de mayo de 2011

BOLETIN ON-LINE nº 16



BOLETÍN ON-LINE nº 16
II FORO: LO QUE LA EVALUACIÓN SILENCIA
 "Las Servidumbres Voluntarias"
Madrid, Sábado 11 de junio de 2011. Círculo de Bellas Artes

A-forismo
Carmen Cruz nos envía estas palabras y una frase que hemos decidido incluir entre nuestros A-forismos:
Os quiero enviar esta pequeña gran frase de un grafitti en mi ciudad y mi juventud: "No son más grandes, es que estamos de rodillas".
Es una frase que de vez en cuando me viene a la memoria por lo que en su día me tocó...

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¡Buena lectura!

EN  LA DICTADURA DE LA  INMEDIATEZ,  LA REVOLUCIÓN HA DE HACERSE A FUEGO LENTO
Maite Esteban
¿Como actuar con diligencia  en los avatares de la vida contemporánea?
Creo que la formulación de esta pregunta, puede tener lugar para aquellos que se han desplazado , al menos algo, de la queja globalizada que hace referencia a una de las pandemias del siglo XXI :“carecer de tiempo”, el sujeto actual en sus distintas modalidades declina este sintagma, y se presenta en lo que de tragicomedia tiene  su cotidianidad : un sujeto apresurado y fundamentalmente desorientado, incluso en aquellos donde el semblante pudiera despistarnos, respecto de lo que es fundamental en  él , es decir en lo que de  extraviado presenta.
En la conferencia de JAM, en Comandatuba ( texto de referencia para el próximo congreso de la AMP)  nos plantea la moral perdida, esa moral civilizada en el sentido freudiano , como una brújula que al menos aún esta en la memoria de muchos, pero que ya no cumple esa función de dique ,  y cuya primera e importante grieta se manifestó en la crueldad de la época victoriana, en  esta moral a mediados del siglo x1x, algo  empezaba a ser el síntoma,  que encarnaba esa grieta en la civilización.
Un siglo y medio mas tarde tenemos una idea mas consolidada de ese síntoma. Uno se sitúa en el observatorio de la vida  cotidiana y  ve desfilar el  resultado de esa deflación  de la moral en cualquiera de sus presentaciones,  tenemos por ejemplo la propuesta formal de  los que dirigen los programas espectáculos  de la caja tonta , con esta frecuente invitación :“diga lo que le apetezca”, la regla de la libre asociación freudiana, toma  en el contexto referido, carácter de lo que ya no es lo que era, el orden simbólico se oferta  y aparece  mas desarticulado que nunca, debilitado, exhausto por un plus de goce cada vez mas fundamentalista.
De la regla freudiana , sabemos no solo que no es libre, sino que de seguirla en el dispositivo analítico,  nos encontraremos con la oportunidad única, si se dan los coordenadas necesarias, para construir el síntoma que estaba a la espera de ese sujeto extraviado, haciendo de esa creación el arma para intervenir en la experiencia en curso.
Entiendo  que a los analistas practicantes y aquellos que se incorporen a sus filas en  estos tiempos de aguas turbulentas , solo les queda cocer a fuego lento,( es la  lentitud subsidiaria de las servidumbres del lector que uno es ), ese enjambre  que son las formaciones del inconsciente , y cuyo néctar ,de llegar la experiencia a termino, es un nuevo amor.
El analizado llegado a esos confines y advertido como nunca del la verdad del trauma, en el sujeto que habla, puede mientras la condición biológica sea humana operar en los huecos  del imperio “neuro,”.
El imperio neuro  desde luego contraataca, , el tratamiento con la neuroimagen no es ciencia ficción, las red neuronal se oferta como la cartografía para  localizar las claves del comportamiento todavía humano: prevenir y tratar con estimulación cerebral y psicofármacos , y además  con una exhaustiva evaluación previa que permitirá  con el protocolo adecuado , y a la mayor brevedad  prevenir porque saben, que es mejor prevenir que curar…, nosotros diríamos que en este imperio es mejor forcluir que dejar entrar.
Las herramientas lacanianas , bien manejadas, permiten en el oficio de analizante esa talla que es la operación reducción, para llegado el momento en cada cual, dejarse sorprender por lo que siempre estuvo ahí, esperando aquello que pudiera actuar como puente y lanzadera
Recordemos ,Freud fue un encuentro inédito para la histérica, la histérica ya existía sin Freud, pero la unión entre ambos tuvo importantes consecuencias , si ambos no se cogen de la mano ,  viviríamos en otro mundo, pero el que habitamos definitivamente se afecto cuando el doctor neurólogo Freud , consintió a perderse   con  las  histéricas  de su momento, tomémoslo como la  mejor invitación , y en el mejor de los sentidos ,alentemos el descubrimiento a condición de no renunciar  a nuestro  fuego lento,  y siempre con nuestras cartas de navegación : Freud, Lacan, Miller Laurent…….
Por que no pensar que la neurowoman, en lo que de humana tenga , nos  pueda con su síntoma, guiar por caminos todavía no transitados……., quién puede afirmar que ella  no batalle ante semejante intento de forclusión?¿ y que su neuroangustia   le haga llegar a nuestro dispositivo?.
Desde luego debemos estar atentos para dar la mejor acogida, sin  olvidar nuestra brújula por excelencia, no es solo que esta sea la mejor entrada, en tanto lo que ella tiene de señal, de orientación, es la necesidad de hacerla siempre entrar, para guiarnos en el estado actual de la civilización. ¿No fue así como Freud pudo crear esto que llamamos  psicoanálisis? ¿no fue precisamente avanzando sobre el vacío que da cuerpo a la angustia? ¿ no fue porque abandono la  posibilidad de acomodarse en  la hipnosis o la sugestión lo que  permitió señalar la arquitectura del sujeto?
Mientras podamos localizar la angustia y balizarla con nuestras herramientas lacanianas , podremos responder con nuestras armas, favoreciendo  así un mañana menos flaco de memoria  y animar una clínica que no deje al sujeto contemporáneo ,como lo hace actualmente , durmiendo y no impunemente ,sobre lecho de caimanes .
Para que el sujeto no se olvide, tenemos que  custodiar lo que de él sabemos , desde que Freud dejara de ser el neurólogo que era , la elaboración de nuestros queridos y a veces odiados maestros , nos   acompaña, y esa  es  nuestra fortuna, también la vertiente  mas apaciguadora, pero hemos de contar  a su vez con las señales intransferibles pero si enseñables, si transmisibles  de lo que en cada uno la angustia logre acercar, la cita con la causa.
Como nos dice Bassols, en terminaciones de análisis, hemos de desear que nuestro viaje a Ítaca, sea largo, hemos de hacerlo a fuego lento,  estamos advertidos de la tiranía de la inmediatez del amo actual , de su programa para borrar lo humano y convertirnos en “un máquina” , esa expresión tan divulgada por cierto, por los adolescentes de ahora , lo que no debiera impedir, reformular como seguir conversando con el , a condición de no caer en sus fauces ….. .La historia reciente de la Escuela sabe de los efectos de esa tensión y sobre ello sigue reflexionando, tenemos  próximamente  PIPOL 5.  En  su  historia reciente, concretamente en PIPOL 3, y poniendo la mirada en PIPOL 4, Miller nos habla del lugar Alfa, para  aclarar  que este no es un lugar de escucha sino de respuesta, señala que hoy en día,  un  lugar de escucha es un sitio en que un sujeto es invitado  a desahogarse sin medida, ciertamente son muchos los lugares que en la actualidad tienen este formato aunque puedan presentarse con distintos ropajes .En mi experiencia como residente de los servicios de salud mental , y creo que en los años trascurridos desde entonces  no ha cambiado mucho esto,  en los distintos dispositivos  , el paciente es invitado a hablar, y por tanto a desahogarse,  pero con una medida: la del tiempo del amo.
Este quiere mostrar su eficacia, agilizando para ello las listas de espera, porque hay que tener satisfecho al demandante , y mostrar de este modo su eficacia,  ya que no hace esperar al  usuario  ,” quiere su bien” y sabe que este carece de tiempo, convirtiendo la inmediatez  de esa respuesta  en la mas exitosa de las operaciones.
Las herramientas lacanianas tienen otra medida, un Lugar Alfa, es aquel, como cita Miller: “en el que por la operación de un  analista, el parloteo se revela como conteniendo un tesoro, el tesoro de un sentido otro que valga, como respuesta, es decir como saber llamado inconsciente”. Por tanto, para que pueda existir un lugar Alfa, la cuestión no es de tiempo, sino de que la operación sea dirigida por un analista.
De momento estamos emplazados a  continuar reflexionando  sobre el tema, a conversar entre nosotros, pero también entre otros, especialmente ahí donde no contamos con el extravío de la en ocasiones malentendida complicidad, y  si esto ocurriera, tener la decisión analítica de disipar el malentendido ,que es el verdadero acto de comunicación y del que debemos esperar todavía sus efectos, porque si esto no tuviera ya lugar ¿ qué conversación queda?  , pues bien para terminar  decir que tristemente si así fuera, solo quedaría el parloteo, borrando de el , ese tesoro del que sabemos ,porque hace ya unos cuantos años, hubo un feliz encuentro , el día que  un neurólogo vienes y querido maestro nuestro ,se dejo llevar  por un camino nuevo.       
Respuesta a las servidumbres voluntarias

Enrique Rivas (A propósito de los textos de presentación de Mercedes de Francisco y Paloma Blanco Díaz de A-Foro 1)

“A-FORO es el boletín on-line del II Foro: “Las Servidumbres Voluntarias”. Nace con  vocación de dar cabida y lugar a la voz y la letra de aquellos que se sientan concernidos por lo que la evaluación, como práctica preeminente de la que el discurso del poder hace uso, silencia. Publicaremos textos, entrevistas, noticias, curiosidades, anécdotas y ocurrencias, incluso. Recogerá también informaciones organizativas y prácticas sobre el Foro. Pretende un estilo estimulante, liviano, atractivo y ágil. Nos orienta en nuestra reflexión el pensamiento de  Sigmund Freud y Jacques Lacan. En la elaboración freudiana no hay oposición entre lo cultural  y lo clínico”.
Siguiendo el hilo de los textos inaugurales, nosotros podemos decir:
En primer lugar, el discurso de la servidumbre voluntaria de la Boètie, fue escrito a mediados del siglo XVI, a la salida de época medieval en la que abundaban las Satrapías, las Tiranías de los Señores plenipotenciarios y terratenientes y en cuya organización social no mediaban precisamente los intereses por los derechos humanos y respeto a las libertades civiles. Pero no porque las clases subalternas se sometieran al tirano de turno, sino porque el Señor del feudo o del burgo, dueño absoluto de vidas y haciendas y con todos los privilegios, incluyendo el derecho de pernada, sometían al pueblo con todo el poder que se le otorgaba en función de sus meritos de guerra. Por lo tanto no se puede decir que hubiera un sometimiento voluntario a las fechorías y abusos del tirano agresor. Queremos decir no obstante que la servidumbre jamás era un destino voluntario. Son pues dos significantes que se excluyen en su sentido, en su significación y en la estructura. Excluyendo en lo general a aquellos sujetos que por su especial anomalía encontraran en la servidumbre una forma explícita o implícita de goce, como rasgo perverso de su posición subjetiva.
Por otra parte y en una visión panorámica y retrospectiva de la historia de las dominaciones de los pueblos, cuesta pensar que la posición de los mismos fuera de sometimiento acrítico a los dictadores de turno, que no fuera por la debilidad organizativa de las resistencias a la opresión o por la violencia incontenida de la represión de las clases dominantes sobre las clases subalternas.
Que decir, sino de las distintas situaciones históricas en que los distintos gobiernos autocráticos, en su versiones diversas del soberano, organizaron la represión de los derechos y libertades fundamentales de los pueblos a los que sometían.
Distinguiendo las distintas edades, desde la prehistoria, a los tiempos antiguos, modernos y postmodernos que para España es desde la invasión árabe (año 711), la edad media hasta (1517) con Carlos I, la edad moderna (1808) y los tiempos contemporáneos hasta nuestros días, etc.; en las que la figura del Soberano estuvo investido de absoluta autoridad y la ejerció a través de los siglos de manera despótica y violenta, fueran las que fueran las maneras en que los pueblos sometidos se rebelaran contra la tiranía eventual. Y sin embargo la historia está plagada de ejemplos de rebelión de los pueblos contra los Soberanos inclementes y autócratas sean cuales fueran las formas de dominación autocrática y fueran los que fueran los levantamientos revolucionarios de las clases oprimidas. Desde la rebelión de los siervos de la gleba en el antiguo régimen, pasando por las revoluciones burguesas, la revolución francesa, la revolución rusa del 17. Las rebeliones de los pueblos de Indochina contra la invasión y dominación de Diên-Biên-Fhù y la larga lucha del pueblo vietnamita contra la dominación de los EEUU ocupantes, en la que la revolución se nutría de soldados jóvenes y de niños engendrados durante varias generaciones para abrazar las armas contra el invasor. O las rebeliones de muchos pueblos africanos, en el pasado siglo; hasta el levantamiento espontáneo y actual de los pueblos del norte de África contra los tiranos que han masacrado vilmente a sus congéneres (Túnez, Egipto, Libia, Arabia Saudita, Yemen, etc. ¿Se podría pensar que en todas sediciones de los pueblos oprimidos por las distintas tiranías operaron los mecanismos internos conscientes e inconscientes de Las servidumbres voluntarias?. En años mas recientes, ¿se puede pensar que: el movimiento de los panteras negras en EEUU, los movimientos revolucionarios que surgen al calor de la guerra civil española y que nutrieron la confrontación y resistencia al ejercito nacional-fascista, el exterminio de los judíos en el Holocausto por los nazis, etc., etc., fueron manifestaciones en el siglo XX de las servidumbres voluntarias de los distintos pueblos y movimientos populares sometidos ciegamente a la invasión y dominio de los tiranos de turno?.
Remontándonos al final del siglo XIII, en que los “adscripsticios” (siervos rurales encargados de las labores de la tierra) y los siervos personales (encargados de labores domésticas), al servicio ambos del poder de los señores propietarios del Predio (Finca), tras no poder abandonar la tierras de cultivo tienen que soportar la esclavitud a la voluntad de los grandes propietarios de la tierra y en cuyos vínculos no se pueden dar las condiciones para la rebelión, aunque hubiera conciencia de la explotación y de las penurias de sus existencias. ¿Es en estas condiciones de vida y de explotación que se pueda hablar de que el sometimiento del trabajador al amo fueran la causa de las actitudes tiránicas del señor plenipotenciario?. A finales del siglo XIII y comienzos del XIV, la servidumbre tiende a desaparecer, rompiéndose el lazo del hombre con la tierra liberándose del yugo personal, pasando a constituirse los medios de producción artesanal y dando lugar a nuevas formas de lazo social a través de vínculos comerciales y económicos teniendo que pagar tributos, de manera que emergen nuevas formas de explotación y servidumbre no voluntaria sino necesaria por impotencia.
En varios siglos siguientes aparece la revolución industrial con grandes condiciones de concentración de las clases proletarias que ante las nuevas formas de explotación se generarían las condiciones para diversas revueltas del proletariado expropiado del valor de su fuerza de trabajo, por los grandes propietarios de los medios de producción. Dudamos que estas condiciones de explotación y expolio del trabajo como mercancía, el trabajador pudiera ser cómplice por sometimiento a la figura soberana del capitalista.
Según continua el escrito de Paloma Blanco, “El surgimiento del sujeto está anudado al Otro socio-cultural de cada época”, es decir alienados al discurso del Otro y en definitiva en una posición de servidumbre a los significantes de la trama simbólica en la que emerge incondicionalmente el sujeto.; “en este lazo el sujeto singular, cada uno de nosotros, nos sentiremos siempre un poco fuera de lugar, inadaptados”,…y discordantes-decimos- y dependerá de las vicisitudes de la existencia del sujeto y del sufrimiento que esta dependencia del Otro le haya inferido y de la interrogación sobre sus posibles causas, para que el sujeto se proponga la investigación de las mismas en un acto de subversión frente a la inevitable dependencia de la trama asfixiante de sus determinaciones invalidantes, aceptando el psicoanálisis como posibilidad. Posibilidad de conculcar los significantes amos que le constituyeron y de acceder al objeto que le da su ser aunque sea inútil e in-significante. Y continúe su vida dependiendo del mismo y pueda hacer algo con esa causa, misión o creación.
En relación al texto de presentación de Mercedes de Francisco y en el que dice: “En principio, parecería que se trata de evaluar instituciones, grupos y  no de individuos, pero son los individuos los evaluados, y el resultado de ella es tener a hombres y mujeres marcados por la comparación con el grupo de referencia o los parámetros que las agencias de evaluación imponen”,…en tal caso diríamos: ¿Y cual es el colectivo humano o los individuos que están por fuera de la evaluación?. Y ¿no se está comparando permanentemente al sujeto que alza la voz o muestra su discrepancia respecto al discurso del amo, con el grupo de referencia o los parámetros que las “agencias de evaluación” imponen o las cúpulas de poder de los diversos colectivos, asociaciones, partidos, movimientos sociales, Escuelas, etc. que exigen para mantener la uniformidad el sometimiento a los discursos canónicos de turno?”. Y continúa:...”Esta comparación siempre se salda con un  negativo. En la clínica que nos ofrece la experiencia analítica esto es patente y claro, cada vez que el sujeto se compara sale “perdiendo”. Nos atreveríamos a decir que el poder de la evaluación es tiránico porque lo que en esencia pretende, más que la propia evaluación, es conseguir del sujeto su consentimiento a esta operación”.
Por eso decíamos mas arriba que el sometimiento a los discursos dominantes y al ideal del líder (con plena conciencia y determinación de seguimiento acrítico a los discursos canónicos), producirá indefectiblemente un efecto de masificación, de destrucción subjetiva y de correa de trasmisión no de la idea preponderante, que también, sino de la voluntad dominante de quien, lo sepa o no, ejerce su poder persuasivo y evalúa a quien no sigue el rumbo identificatorio con aquel que nos está evaluando. Estos “movimientos sociales”, “organizaciones científicas”, “partidos políticos”, “organizaciones sindicales”, o los efectos “de los aparatos y cúpulas” de dichas organizaciones científicas y políticas en las “bases de las militancias” si están condicionados, ellas sí, por la Servidumbre Voluntaria. Y que implica para los sujetos concernidos, su adscripción al grupo de pertenencia, en función de los significantes que los ordenan y constituyen como tales grupos.
¿Y cual es el colectivo humano a nivel social o político-reiteramos -o los sujetos en la estructura que están por fuera de la evaluación?. Y las cúpulas de poder de los diversos colectivos, asociaciones, partidos, movimientos sociales, escuelas, etc., ¿no exigen para mantener la uniformidad y el sometimiento, la servidumbre ciega a los discursos canónicos de uso interno de los mismos?.
Esta es, no obstante, la historia misma de todo ser nacido en el seno de una trama y estructura simbólica, por ejemplo la de la familia. Que vivirá en los primeros tramos de su vida o perpetuamente atenazado por su “servidumbre” a los significantes que lo constituyeron. Otro destino tendrá, el sujeto que alcance la capacidad y posea la potencia crítica de separarse del discurso que lo funda. Aunque seguirá inmerso en el discurso social, sometido a los significantes del amo, y por tanto tendrá que renovar permanentemente su posición crítica y su deseo de distanciarse o emanciparse de los semblantes que le constituyen. Y esta transformación no es fácil de conquistarla si no es a través de un acto de ruptura con la conciencia de la servidumbre o a través de la decisión de atravesar la experiencia de confrontarse a su división subjetiva y alcanzar su diferencia absoluta, la de su ideal y el goce que lo esclaviza.
Y continúa el texto: “Con este consentimiento, con esta servidumbre, dejamos de lado lo incomparable de cada uno y pasamos a formar parte de esa masa evaluada. ¿Qué consecuencias tiene esto para los sujetos?: el propio rechazo de sí mismos, un empuje destructivo,  al considerarse menos que los otros y, por lo tanto, merecedores de sufrir las consecuencias de este “déficit”. Vemos así proliferar los estados depresivos, angustiosos... las adicciones”. Nosotros añadimos que esto es lo mismo que decir que la Depresión y la Angustia y las Adicciones tienen que ver con la baja de la “autoestima” o la “heteroestima”, que al fin y al cabo son lo mismo. Se está soslayando la función que cumplen en estos estados del ánimo, la pérdida, la culpa, cuando no el retorno desde lo real del filo mortal del lenguaje o la identificación del sujeto al objeto de desecho, al kakon, al objeto indigno en el caso de las melancolías o la depresión psicótica. 
Y sigue Mercedes-“Pero también, esto explicaría la sorprendente docilidad con la que los ciudadanos aceptan este estado de cosas que los lleva a la impotencia frente a cualquier acción que pudieran acometer. ...Ya Étienne de la Boétie ponía en primer término esa servidumbre voluntaria, como lo único que en último término explicaría el éxito de cualquier tiranía”.
Consideramos que La Servidumbre sea voluntaria o involuntaria, es una posición del sujeto frente a los imperativos del Otro y no se desprende de dicha servidumbre nada mas y nada menos, que los efectos consciente o inconscientes del hecho estructural y ontológico de que el sujeto lo quiera o no es efecto del significante. Y en los casos en que la servidumbre a los imperativos del Otro sea ciega y totalmente acrítica devendrá la estulticia y el sometimiento sintomático del sujeto. Y en el caso de que la existencia del sujeto sea invadida de “sentido ominoso y generalizado de la realidad”, estará sumergiéndose en la paranoia en sus múltiples manifestaciones. Paranoia que es una doble forma de sometimiento y rebelión a los significantes del Otro y sus efectos de confinamiento.
Finalmente dice el texto: “Es este consentimiento del sujeto lo que en última instancia la hace posible. ¿Qué de lo propiamente subjetivo podría explicar esto? Con S. Freud y J. Lacan encontraremos respuestas a estas preguntas que se desplegarán en nuestro Foro. El psicoanálisis, por ocuparse de lo incomparable e inconmensurable de cada uno, permite a los sujetos reencontrarse con lo que les ha sido arrebatado, con lo imposible de evaluar”.
Por tanto-añadimos-que ese núcleo de innombrable e inconmensurable tenga que ser evaluado para que el sujeto sea nominado en su ser de analista y que pueda a su vez estar en condiciones de transmitir lo que fue su experiencia del inconsciente para los demás miembros de la escuela, implica, queramos o no, que la evaluación no renuncia Y las servidumbres voluntarias o involuntarias tampoco. Los analistas debemos estar advertidos continuamente en que dimensión de la servidumbre estamos situando nuestro acto, y nuestra pertenencia, asumiendo los efectos de una alienación a su vez dignificante y masificadora que en definitiva constituyen la conciencia de nuestra servidumbre voluntaria.

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